Traditional Medicine against
Scientific-based Medicine ¿Are we so different in their
essentials?
Reneé Pereyra-Elías1,
Duilio Fuentes Delgado2
1. Estudiante de Medicina Humana,
Escuela de Medicina, Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, Lima,
Perú.
2. Director Ejecutivo. Centro
Nacional de Salud Intercultural. Instituto Nacional de Salud, Lima,
Perú.
La medicina tradicional es el
conjunto de prácticas, creencias y conocimientos sanitarios basados en el uso de
recursos naturales (plantas, animales o minerales), terapias espirituales y
técnicas manuales que buscan mantener la salud individual y comunitaria
.
La medicina científica (también
conocida como alopática u occidental) es la medicina convencional, considerada
oficial en nuestro sistema de salud . Para muchos, ambas son prácticas
aparentemente irreconciliables que se encuentran en las antípodas del ejercicio
médico. Además de esa supuesta dicotomía o contradicción, se desenvuelven en una
convivencia carente de horizontalidad y de respeto entre ellas. Se deja de lado
y se menosprecia el valor de la práctica de la medicina tradicional por la
naturaleza empírica que la caracteriza o por la dimensión mágico-religiosa en la
que está parcialmente basada. El escepticismo deviene muchas veces en el
desprecio y la marginación de estas prácticas.
Asimismo, al ser la medicina
científica considerada legalmente como el sistema oficial de atención en salud
en nuestro país, algunas personas la imparten con cierto paternalismo y
prejuicios a las personas relacionadas con la medicina tradicional. Ante esta
inequitativa situación, es de importancia preguntarnos ¿Son así de diferentes
estos sistemas médicos? Tomando en cuenta sus aspectos esenciales, la respuesta
sería no, debido a que:
1. La primera y tal vez la más
importante semejanza entre ambas: se fundamentan en un propósito común. Existe
un patrón primario, innato al hombre, que lo hace buscar una manera de encontrar
la salud para sí mismo a través de la medicina, siendo su fin último servir a
quien sufra de algún padecimiento o enfermedad .
2. Ambos son sistemas médicos: un
cuerpo de doctrina por el que cada cultura concibe el proceso salud enfermedad y
actúa con respecto a él en sus diferentes dimensiones .
3. No se desarrollan como procesos
individuales y aislados, sino en un contexto comunitario; por lo general, en su
propio entorno, con personas que comparten la misma cultura .
4. Ambas ocupan una posición oficial
en su sociedad, son reconocidas por ésta y juegan un rol muy importante. Tienen
una ubicación social integrada, ya que ninguna es marginada por la sociedad a
la que pertenece .
5. Respecto del aspecto legal, ambas
están en armonía con las leyes establecidas por su cultura, obedeciendo y
colaborando con ellas .
6. Ambos sistemas médicos tienen un
autor principal o ejecutor: un sanador (el curandero o chamán en la medicina
tradicional y el médico en la medicina científica). Este representante es una
persona preparada especialmente para desempeñar esa labor (por un proceso
educativo arduo y prolongado), siendo muy difícilmente reemplazado por una
persona sin el entrenamiento correspondiente . Además, en ambos contextos, el
sanador ocupa un rol importante y prestigioso dentro de su sociedad .
7. Tienen la misma dimensión moral:
la razón que las mueve goza de un matiz vocacional que busca la sincera ayuda
social, mas no el afán de lucro u otros intereses personales .
8. Son falibles y limitadas
.
Conjuntamente con estas semejanzas
esenciales, y debido a que ambas medicinas son sistemas abiertos, fácilmente
influenciables por factores exógenos, se ha producido desde su encuentro hace
varios siglos una suerte de situación sincrética.
El contacto cada vez más cercano
entre ambas, que disminuyó la espesura de la barrera transcultural, ha devenido
en un proceso de intercambio de elementos propios y foráneos: el curandero
peruano ha brindado a la medicina científica un vasto conocimiento en plantas
medicinales y métodos terapéuticos empíricos en base a los cuales se crearon
terapias científicamente orientadas; mientras que la medicina científica también
ha ido enriqueciendo el bagaje profesional del curandero .
El Perú es un territorio
multicultural, en el cual coexisten y son reconocidas diversas culturas: las
indígenas originarias y sus derivadas y la cultura hegemónica heredada de
occidente. Sin embargo, en esta coexistencia y a pesar del enriquecimiento
bidireccional mencionado, las culturas indígenas han estado siempre subyugadas,
dominadas o aisladas en territorios recónditos .
La interculturalidad en salud se
presenta como una opción para mejorar el panorama; en la cual cada cultura,
manteniendo su identidad, pueda aceptar y adoptar paradigmas no propios para la
óptima atención de salud de cualquier individuo en nuestro país. Esto,
idealmente, se traduciría en un clima de inclusividad, integralidad y
complementación tan necesario para afrontar la problemática que padece nuestro
sistema de salud .
En conclusión, ambas medicinas
comparten una misma naturaleza en lo esencial y las diferencias surgirían,
sencillamente, debido a la coyuntura en la que se desenvuelve cada una. Como
escribió el Doctor Fernando Cabieses, [
] la diferencia esencial entre la
medicina tradicional y la medicina académica no es una diferencia entre un
enfoque científico racional y un conocimiento empírico, sino un problema de dos
ideologías diferentes. , ambas deben aprender a convivir para superar los
obstáculos que supone esta aparente, más no absoluta dicotomía.
Es importante este respeto mutuo, de
tal manera que podamos entablar un diálogo intercultural, encontrando los puntos
de encuentro o de articulación que puedan conducirnos a mejorar los niveles de
salud de nuestra población.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
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